Hogar dulce hogar!

El viernes pasado nos fuimos de vacaciones a una casa rural en Abánades (Guadalajara), por fin una semanita de vacaciones desde hacía meses, un embarazo con ciática y después un niño chiquitín no nos habían dejado escaparnos antes.

Lo cogimos con mucha ilusión, con la idea de descansar en la tranquilidad de un pueblo perdido. Pero el encanto con el que soñaba se desvaneció el primer día. A parte de que el niño no acepta bien los cambios y no paró de llorar dentro de la casa, la vida en el pueblo resultó demasiado aburrida en un día caluroso de verano. Durante el día, salir a la calle se hacía difícil con la calorina que caía, el único sitio al que se podía ir era una piscina natural que estaba en la plaza del pueblo, donde estaba todo el pueblo metido y los vecinos del pueblo de alado...

El regreso a Madrid se adelantó debido a los acontecimientos y en este momento solo puedo decir...hogar dulce hogar!!

De vuelta a la ciudad

El pueblo no resultó tan tranquilo como esperaba, gracias a las malas noche que ha dado mi niño...de vuelta en la ciudad todo sigue su curso.

Lágrimas de San Lorenzo

Anoche el cielo estaba espectacular desde la oscuridad del pueblo.

¿Es Necesario Dormir?

Después de unos cuantos meses durmiendo al menos seis horas seguidas, lo que es un lujo para una madre primeriza con un bebé menor de tres meses. En la última semana llevo despertándome cada tres horas por la noche para dar de comer a mi niño que esta sufriendo la crisis de crecimiento de los tres meses, como diría cualquier abuela. En este momento he pasado a un estado de cansancio continuo que no me deja pensar mucho, pero que es suficiente para sobrevivir y hacerme cargo de mi hijo. Existe una idea generalizada de lo bonito que es la lactancia, lo buena que es para el bebé y el vínculo que se crea entre la madre y el hijo, pero las madres que decidimos alimentar a nuestros bebes con leche materna nos sentiríamos más apoyadas si también se diera a conocer lo duro que es emprender esta aventura.

Desde el Pueblo

Curiosamente el primer día que empiezo este blog lo hago desde la casa de campo que tienen mis suegros. Yo soy una chica muy urbana, como me dicen por aquí, he nacido en Madrid y nunca tuve pueblo...pero aunque no se mucho de campo, pues no hace mucho que empiezo a distinguir una tomatera de un calabacino...se reconocer la calidad de vida que se tiene cuando te alejas de las grandes ciudades...aire puro y mucha paz...y no solo lo digo yo, lo veo a través de mi hijo Eduardo que con solo tres meses le ves como relaja su cuerpecito cuando se encuentra cerca de la naturaleza.

Verónica llega a la ciudad...

no es que venga del pueblo, pero a Jorge le pareció un buen nombre para mi blog...

;D

ya me iréis conociendo...